Las mentiras de los sabaneros

Enrique Vargas Peña (foto de diariopopular.com.py)

Los opositores al desbloqueo de listas (sistema de listas cerradas desbloqueadas o de doble voto preferencial) han mostrado mucha ignorancia y mayor mala fe al criticar el desbloqueo.

Dicen, por ejemplo, que el sistema no se aplica en ningún país del mundo, ignorando que el desbloqueo funciona normalmente desde hace muchos años en Finlandia, Austria, Holanda, Bélgica, Dinamarca o Suecia a nivel nacional, y en Inglaterra, Irlanda, Australia y Estados Unidos a nivel local.

Dicen que no hay doctrina electoral sobre el tema, mostrando así que nada estudiaron y que son ignorantes infatuados: El sistema de listas cerradas desbloqueadas se usa para disminuir la brecha que el sistema proporcional crea entre las llamadas “clases políticas” y el pueblo.

Por eso el Partido Socialista Obrero Español lo estudió como propuesta de reforma para España (http://bit.ly/MuZekl), donde más del setenta por ciento (70%) del electorado apoya el desbloqueo (http://bit.ly/KoKF10).

En Perú, donde también funcionaba el sistema, los jefes partidarios (los caciques políticos) han insistido en su derogación con el mismísimo argumento que es su mayor virtud: Porque debilita el poder de esos caciques y aumenta el poder de los ciudadanos (http://bit.ly/O3cLmv).

Y en República Dominicana, los caciques dieron un golpe para preservar su poder a costa del poder del pueblo (http://bit.ly/MsporY).

Pues de eso se trata, justamente, el desbloqueo de listas, de reemplazar el poder de los caciques políticos con el poder del pueblo. De eso se trata, para eso precisamente lo estamos proponiendo, para derribar a los caciques que tanto daño causan a la vida institucional paraguaya.

En su afán de desprestigiar al desbloqueo, los caciques políticos partidarios de las listas cerradas bloqueadas (listas sábana) están recurriendo incluso a los argumentos más descabellados, por ejemplo, que con el desbloqueo el narcotráfico y las mafias entrarán a la política.

Creo que es una acusación bastante seria que compromete a todos los que estamos convencidos de que el desbloqueo de listas contribuirá a democratizar el sistema electoral paraguayo.

Hoy, domingo 10 de junio de 2012, ninguno de los que sostiene que con las listas desbloqueadas el narcotráfico y las mafias entrarán a la política puede afirmar seriamente que el narcotráfico y las mafias no están ya ahora mismo en la política nacional.

Los paraguayos no sabemos hoy, porque los legisladores que están en el Congreso por haber integrado listas sábana lo impidieron en forma sistemática, quién les financió las campañas ni a quién le deben favores.

Los que ahora hacen la escandalosa acusación de que con el sistema de listas desbloqueadas ingresarán a la política el narcotráfico y las mafias son los mismos que han impedido regular y permanentemente la sanción de una ley de financiamiento de partidos políticos que permita saber quién les financió sus lugares en las listas sábana. Los mismos.

Gracias a ellos, además, los fiscales electorales de nuestro Paraguay están condenados a recolectar basura callejera, literalmente, en cada campaña, en vez de poder investigar las fuentes de financiación de esos mismos legisladores sabaneros. Llaman a los fiscales para limpiar paredes con cartelería electoral, pero les prohíben mirar las cuentas de los políticos.

No solamente eso. Ningún legislador sabanero, desde 1995 hasta hoy, ha demostrado mayor interés en investigar por qué no hubo, durante todos estos años, radares primarios y secundarios que impidieran que los cielos paraguayos estén abiertos al narcotráfico, como lo están.

Ninguno de esos legisladores sabaneros ha demostrado mayor interés en dotar a la Fuerza Aérea Paraguaya de los aviones que necesita para derribar a los del narcotráfico que usan impunemente el territorio nacional.

Ningún legislador sabanero ha demostrado mayor interés en investigar cómo, entre 1995 y hoy, nos hemos convertido en el puente mediante el cual se exporta cocaína colombiana a Europa; ninguno ha demostrado mayor interés en investigar los vínculos policiales con el narcotráfico, demostrados con el asesinato de la familia del comisario Saucedo; ninguno ha demostrado mayor interés en investigar cuál de ellos recomendó a fiscales atrapados en situaciones comprometidas con el narcotráfico.

Espero que algún legislador defensor de las listas sábana me pueda desmentir algo de lo anterior publicando alguna investigación o alguna iniciativa suya con respecto a cualquiera de las cuestiones planteadas.

Lo cierto y lo concreto hoy es que con el sistema de listas cerradas bloqueadas (listas sábana) nuestro sistema electoral ha promovido al Congreso y a los demás órganos colegiados de representación a personas que tratan de cerrar cada vez más nuestro sistema institucional al control público y a la transparencia, eso es lo cierto, lo concreto, lo tangible, lo que sufrimos hoy los paraguayos.

Esa es la actualidad real y no el hipotético peligro supuesto de que las listas desbloqueadas permitan en un discutible futuro el ingreso del narcotráfico y las mafias a la política nacional.

Y por esa actualidad real es que no comprendo muy bien cómo se atreven, los defensores de las listas sábana, a cuestionar la paja en el ojo ajeno cuando tienen la viga en el propio.

Comparados ambos sistemas, el de listas cerradas bloqueadas (listas sábana) y el de listas cerradas desbloqueadas (doble voto preferencial), este último es el que permite un mayor control popular sobre la representación y, por tanto, el que reduce el margen de una presencia prolongada de políticos que eventualmente respondan al interés del narcotráfico o de las mafias.

Desde luego, cuando tengamos legisladores elegidos con el desbloqueo será mucho más fácil que ahora establecer una ley de financiamiento de partidos que permita a los fiscales electorales meter en la cárcel a los políticos financiados por el narcotráfico y las mafias, porque ahora los caciques políticos y sus legisladores sabaneros se oponen a esa reforma.

Los caciques y sus sabaneros, finalmente, pretenden que la calidad de la representación reside en los títulos académicos de los legisladores.

Se equivocan, la calidad de la representación reside exclusivamente en que el mandato del representante sea directo o no. Hoy, el mandato de nuestros diputados, senadores y concejales es indirecto, ellos no son elegidos directamente por el pueblo, los elijen los caciques y el pueblo se limita a plebiscitar la elección realizada por los caciques. Por eso es de mala calidad la representación, porque es indirecta.

Artículo publicado en la edición impresa de La Nación del 10 de junio de 2012